1.  ¡Conócela! Siempre le tenemos miedo a lo desconocido, por lo que, lo primero que tenemos que hacer es informarnos del tema; y es así que podemos resumir de la manera más sencilla, que la Contabilidad no es más que una foto numérica de tu día a día del manejo de tu negocio, es decir es un registro que obedece a ciertas normas (que si no eres contador, no es un tema que debas saber); es un registro cronológico de tus transacciones (ventas, cobros, compras, pagos, sueldos, préstamos, etc)

2.  ¡Reconoce su importancia! Seas o no obligado a llevar Contabilidad, mantener un registro de tus transacciones de manera cronológica y organizada, te dará la más importante herramienta para la toma de decisiones, analizando el registro de estos datos, puedes determinar qué línea de negocio incrementar o dejar de producir, e incluso le ayudas al banco a decidir si darte o no un crédito. La Contabilidad es la base para hacer un análisis financiero de tu empresa que podría ayudarte a conseguir inversionistas.

3.  ¡Relaciónate los mejores! Esta es una frase que seguro has escuchado muchas veces y aplica casi en todos los ámbitos y por supuesto en el ámbito empresarial es clave. Seguramente en algún momento has pensado o has tenido que contratar los servicios de un contador o una empresa con servicios de outsourcing contable, y como la Contabilidad es un tema del que nadie quiere saber, se suele minimizar la importancia de contratar servicios de calidad que garanticen además de vastos conocimientos, brinden garantía y confidencialidad en el manejo de la información. Si, el precio es un factor clave para la contratación de cualquier servicio, pero analiza también el invaluable concepto de confianza y confidencialidad.

Por. Cynthia Chacón Cardoso – CEO Asesores Tributarios